Desde la perplejidad

Se están escribiendo y diciendo todo tipo de estupideces sobre esta cuestión en estos últimos días. Por ello, en lo que sigue dejo solo una comparación referida a una de las variables que se usan en el informe “Women, Peace, and Security Index” , elaborado por el Georgetown Institute for Women, Peace and Security, en colaboración con el Peace Research Institute de Oslo. Sobre este asunto, este informe es lo más: lo más riguroso y lo más fiable. La variable que voy a comparar para los países de nuestro entorno es la que se titula dentro del informe, en inglés: Perception of Community Safety (Percepción de la seguridad en las comunidades). El informe nos explica qué es y qué mide este índice: “La seguridad en las comunidades afecta a la movilidad de las mujeres y a sus oportunidades fuera del hogar. Nuestro Índice recoge el porcentaje de mujeres mayores de 15 años que se sienten seguras caminando solas por la noche en el área urbana en la que viven” De todos lo

Abajo dejo de manera ordenada una conversación un tanto surrealista que he tenido en Twitter. No sé nada de la persona que está detrás de la cuenta, solo sé que tiene más 58.000 seguidores, nada menos. Los tuits de esta cuenta lo petan, resultan de lo más convincente y agudo, al parecer (yo tengo 455 seguidores). El diálogo tiene relación con el abuso, la violación y el llamado Convenio de Estambul (del Consejo de Europa). El feminismo (en este caso @ ana_ni1menos ) lleva unos días hablando de este Convenio como algo que respalda todas y cada una de sus exigencias. Incluyen en el paquete a la ONU y al Parlamento Europeo, pero se refieren a dicho Convenio con particular insistencia, como considerándolo su decálogo, su premisa inicial e irrefutable que legitima sus demandas y deja en mal lugar a España, a su justicia, a sus leyes y a sus jueces patriarcales. Ante tal insistencia, yo busco el documento, y lo echo un vistazo. Como era de esperar, el documento en absoluto ava